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La panadería, atendida por amabilísimos portugueses de los que ya no hacen más, se consigue como quien va bajando de la Biblioteca Nacional rumbo a la avenida Urdaneta.
San José: parroquia del Noroeste de Caracas. Queríamos seleccionar sólo siete, pero hay más, casi todas en peligro de desaparición. Y vendrán otras.
4 comentarios:
Me fascinan las direcciones; "bajando como quien va a y cruzando en el kiosquito azul que queda frente de"
Es tan venezolano ;)
Lo mejor de la Puente Paéz eran sus cachitos de jamón. No sé que tal sepan ahora. Recuerdo que todas las mañanas me compraban un cachito de jamón, el cual envolvían en un papel blanco y sellaban con un "retorcijón" (tipo caramelo), y un cuartito de jugo de algo. Todo eso iba metido (a presión) en una bolsita de papel de la que sobresalía el respectivo pitillo. Creo que vivían más de las “loncheras” para llevar que del pan. De hecho en las mañanas las tenían preparadas. Pagabas y agarrabas una.
Los cachitos están igual de sabrosos, son los mismos dueños de siempre, bien canosos ahora por cierto. Y el pan de jamón en diceimbre nunca falta en nuestra casa.
Buena noches Soy Lisandro Ferreira el 3er. nieto de uno de sus dueños (José de Freitas Gaules), mi abuelo uno de los dueños falleció el 22-01-2014, otro de sus dueños el Sr. José De Quintal falleció en el 2015, De los tres dueños el único vivo hasta el momento de escribir estas líneas es el Sr. Antonio. El edificio donde funcionaba la panadería fue vendida en la semana santa del 2015. Recuerdo que en esa semana santa la panadería sacó un lote de panes de jamón (edición limitada) de despedida y se la obsequiaron a familiares, amigos y viejos clientes como despedida. De la panadería solo queda el edificio, los cual lo compraron unos señores que fabricaban franelas rojas para las marchas del gobierno bolivariano. Fue vendida con todo lo que tenía adentro. Mi abuelo se asoció con el Sr. José y Antonio a finales de los años 70 y compraron esta panadería, mis abuelos Vivian en el 1er. piso y el Sr. José en el 2do. Recuerdo el horno gigante que funcionaba con kerosene y luego fue convertido a gas. Muchas gracias por los hermosos recuerdos que tienen de la panadería, todos los hijos y nietos de los dueños (me incluyo) hemos emigrado a otros países. otro de los productos que recuerdo que se elaboraban allí eran "el pan de locha" que luego por efectos de la inflación pasó a llamarse pan de a medio, "la canilla" y los pancitos dulces. En la elaboración de los panes participaban mucha mano de obra, desde las 4 am ya se estaban horneando la masa que se preparaba el día anterior a salir a la venta. La panadería abría de Lunes a Sábados de 6 am a 6 pm. Los domingo mis abuelos nos invitaba a mis padres y demás tíos y primos almorzar los domingos. Como todo evoluciona y lo que no desaparece. Pero nunca desaparece del recuerdo de todos nosotros. Muchas gracias por acordarse de nosotros con el mismo cariño que siempre les servimos a ustedes por mas de 35 años. Dios los bendiga
Lisandro Ferreira.
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